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Carlos III y Camila Parker-Bowles siguen empeñados en cambiar algunas cosas de la corona anglosajona en estos primeros meses de su reinado. ¿Cómo lo está haciendo? Por ejemplo, liquidando una tradición histórica, vista siempre durante el mandato de Isabel II, como es tener damas de honor. La nueva consorte no las necesita y así lo ha dejado claro con la formación de su corte. En su lugar, contará con el apoyo de un equipo que ha bautizado como «acompañantes de la reina».
Los Reyes Carlos y Camila en Escocia.
La decisión de sacudirse de damas de honor ha generado controversia. Por un lado quienes la elogian porque consideran que esto es una figura retrógrada y más propia de siglos pasados. Pero también alguna que otra crítica por parte de los más tradicionales, quienes sostienen que se tratan de personas que siempre han ejercido una labor que se antoja necesaria, como asistir de manera personal a cada Reina, tanto en público como en privado. Por ejemplo, asesoraban a la Reina Isabel a la hora de hacer eventos, así como a otros miembros de la realeza a llevar a cabo distintos viajes al extranjero.
Estos nuevos «acompañantes de la Reina» seguirán asistiendo a Camila pero de una manera mucho menos continuada que anteriormente. Asimismo, se les liberará de atender a labores como la correspondencia o la administración, es decir, responder a las cartas o la planificación del día a día de la consorte.
Camila Parker-Bowles en Londres.
Esta importante determinación no entrará en vigor hasta dentro de unos días, cuando Camila ofrezca una recepción a los activistas contra la violencia doméstica y la violencia contra las mujeres. Sí que ha trascendido que este séquito no tendrá un sueldo como tal, pero sus gastos estarán cubiertos por Buckingham. Fuentes cercanas a palacio han deslizado que esta Corte estará formada por el núcleo duro de amigas personales de la esposa de Carlos II. Se han filtrado ya algunos nombres, como puede ser el caso de la marquesa de Lansdowne, Jane von Westenholz, Lady Katharine Brooke, Sarah Troughton, Lady Sarah Keswick y la baronesa Chisholm.
Otra de las grandes preguntas que se ha hecho el pueblo inglés es, ¿qué va a pasar ahora con las damas de honor de Isabel II? Camila Parker-Bowles no las va a dejar en la estacada. Dejarán de estar a su disposición para hacerlo al servicio del Rey Carlos II, ayudándolo a organizar eventos en el Palacio de Buckingham y su nueva denominación será la de «damas de la casa».
Camila Parker y el Rey Carlos en una cena de Estado.
Camila tuvo su gran debut como consorte la pasada semana, con motivo de la cena de Estado ofrecida al presidente de Sudáfrica y su esposa. Ese día, la Reina se convirtió en centro de todas las miradas gracias al uso de la tiara de zafiros belgas, una de las joyas más emblemáticas de Isabel II y que lució en su día para su retrato canadiense muy recordado.